Cuando nuestros planes de actividades con la “Puriq Biblioteca” o biblioteca caminante estaban siendo alentadoras, éstas se vieron paralizadas por el estado de emergencia decretado por el gobierno peruano frente a la pandemia COVID-19, se prohibieron las actividades que congreguen personas, entre ellas todas las actividades culturales.
Nuestros proyectos fueron cancelados, al igual que las actividades y visitas que planeábamos recibir éste año. Está demás decir que éste hecho no sólo fue un duro golpe a los planes institucionales que teníamos, sino también fue un duro golpe emocional, pues el ánimo y entusiasmo que teníamos se transformaron en frustración y desgano.
#QUEDATEENCASA, fue la tendencia en las redes sociales, y en ese momento la casa era el lugar en el que menos hubiéramos querido quedarnos ante esa situación de incertidumbre, nos preguntábamos: ¿Y ahora qué hacemos? Lo que me hizo recordar las letras de Santiago Benavides, cantautor Colombiano que en unas de sus canciones dice:
No sé qué hacer, ay dios, no sé qué hacer,
Algo me dice que es más seguro retroceder
Y al mismo tiempo veo que el mar
Es buen lugar para caminar
Y de verdad creer y tus milagros ver.
¿Es el profundo mar un buen lugar para caminar? Aunque parezca tonto para algunos, para mí el mar sería un lugar maravilloso donde se pueda caminar, pero sólo se puede hacer ésta proeza con fe. Por ello, éste fue un tiempo de acercarse a la única verdad y seguridad que podemos encontrar en cualquier circunstancia: La Biblia, la palabra de Dios.
Y de pronto, se nos ocurrió grabar videos en los que damos lectura a libros que teníamos en la biblioteca, para que las niñas y niños que se quedan en casa puedan escucharlos y disfrutarlos. Decidimos iniciar con uno de los libros cartoneros que habíamos escrito en Quechua para leerlo a las niñas y niños de Sarhua, ¿Por qué no?
Luego nos dimos cuenta que publicar en las redes sociales la lectura de libros que no eran de nuestra autoría podría ser perjudicial, pues no contamos con los derechos para hacerlo, por lo que decidimos publicar los libros cartoneros en Quechua que habíamos elaborado y la acogida a nuestras publicaciones nos animó a seguir creando y escribir para las niñas y niños andinos.
Llevamos dos meses publicando libros cartoneros hechos de manera artesanal, algunos de nuestros títulos son: Pichqa chiwchicha (cinco pollitos), Kuyaq mama (amor de madre), Uywakuna (los animales), ¿Imaynallam? (¿Cómo estás?), Utuskuru (Gusanito), entre otros.
En éste proceso conocimos, al menos digitalmente, a algunas personas que nos animaron a seguir produciendo y difundiendo literatura infantil, nos compartieron cursos y lecturas interesantes para aprender y conocer lo que ya se hizo al respecto, pero sobre todo para poder seguir acercando los libros y la literatura a las niñas y niños peruanos.
Por el momento estamos intentando realizar éste acercamiento por medios virtuales, pero es nuestro anhelo que pronto podamos hacer efectivo éste acercamiento de los libros de manera física. Para hacer realidad ello, aún no contamos con suficiente material bibliográfico ni los medios económicos, pero a diferencia del inicio de la pandemia, hoy tenemos la certeza de que éstos sueños pueden hacerse realidad.
Los animamos a caminar por este mar de incertidumbre con la mirada puesta en sus sueños, y en el único que nos puede ayudarnos a concretizarlos.